Collbato-Monestir de Monserrat-San Juan-Collbato

Distancia Recorrida       16 Km.
Altitud minima              389  m.  Altitud Maxima  1018 m.
Desnivel Acumulado Subiendo 888m. Bajando      888 m.

La vila de Collbató ha estat durant segles el portal d'entrada per excel·lència de Montserrat, la muntanya més emblemàtica del Principat. Milers de peregrins d'arreu i visitants en busca de pau han passat al llarg de la història per Collbató, potser fent-hi nit, de camí al santuari, guardant en la memòria el record d'un poble que navegava entre el món agrari de secà (vinya i olivera) i la tragineria.

Municipi que gaudí dels primers assentaments ara fa 4.000 anys, visqué un dels seus episodis més contats durant la Guerra del Francès, quan el posteriorment heroi local Mansuet Boxó, collbatoní desterrat convertit a bandoler, foragità ell sol les tropes napoleòniques amb una mostra d'enginy i perspicàcia.

En el corazón de la provincia de Barcelona, en la Cordillera Prelitoral, y en medio de un paisaje de montañas de perfiles suaves y gastados, se alzan las audaces e imponentes formas del macizo de Montserrat. Sus elegantes, limpias y cuidadas formaciones verticales son un verdadero desafío a la pesadez y el cansancio del mundo; Montserrat es la victoria de la Vida y del espíritu de la verticalidad sobre la materia caótica, informe y decadente.


Las especies que pueden encontrarse son, en general, típicamente mediterráneas, aunque conviven, en ciertos ambientes de la sierra, con algunas de tendencia centroeuropea. Entre los mamíferos se halla el jabalí (Sus scrofa), la ardilla (Sciurus vulgaris), la garduña (Martas foina) y la jineta (Genetta genetta), y desde 1995, con la reintroducción de la cabra salvaje (Capra pyrenaica) vuelve a estar presente este espléndido bóvido en Montserrat. Entre los reptiles, se pueden observar el dragón común (Tarentola mauritanica), la víbora ibérica (Vipera latasti), el vitriolo (Anguis fragilis), el lagarto común (Lacerta lepida) y la serpiente verde (Malpolon monspessulanus). Los pájaros rupícolas son numerosos y visibles en Montserrat, por ejemplo, el ballestero (Apus melba) o el pela-rocas (Tichodroma muraria), mientras que, entre los pájaros de bosque, pueden mencionarse el tordo (Turdus philomelos) y la paloma torcaz (Columba palumbus).


La montaña de Montserrat es, sobre todo, una montaña de encinares y, a pesar de su apariencia de montaña más bien yerma y rocosa, cuando uno se adentra por sus caminos descubre hasta qué punto la vegetación es frondosa en los rellanos y, sobre todo, en los canales. La existencia de unas condiciones ecológicas muy marcadas hace que encontremos también especies endémicas en riscales y roquedales. Aunque el clima es plenamente mediterráneo, el estrato arbóreo tan denso de la encina (Quercus ilex) proporciona un sotobosque un poco más húmedo, lo que permite que proliferen arbustos y lianas, como: aladierna (Rhamnus alaternus), durillo (Viburnum tinus), madreselva (Lonicera implexa), aladierna falsa (Phillyrea latifolia), rusco (Ruscus aculeatus), boj (Buxus sempervirens), hiedra (Hedera helix), madroño (Arbutus unedo), etc., según se trate de encinares en las partes bajas de la montaña, hasta los 600-700 m en los sombríos y casi hasta los 1.000 m en la solana (el llamado encinar con durillo), o de encinares situados por encima de la cota de los 600 m en los sombríos y sobre un sustrato calcícola (encinar con boj).

La Santa Cueva de Montserrat es el lugar donde se encontró la imagen de la Virgen en 880, origen de su culto y su consagración como patrona de Cataluña. Su hallazgo convirtió el lugar en centro de peregrinaje y propició la construcción del Monasterio de Montserrat.

Se accede a través del Camino de la Santa Cueva, que está excavado en la montaña, a lo largo del Macizo de Montserrat; fue construido entre 1691 y 1704 gracias al mecenazgo de Gertrudis de Camporrell, marquesa de Tamarit. Durante su recorrido se puede apreciar el Rosario Monumental de Montserrat, conjunto de varios grupos escultóricos dedicados al Rosario y a los quince misterios de la Virgen, construidos entre 1896 y 1916



El monasterio de Santa María de Montserrat es un monasterio benedictino situado en España. Se encuentra en la montaña de Montserrat, perteneciente a la comarca catalana del Bages, provincia de Barcelona, a una altura de 720 metros sobre el nivel del mar. Es un símbolo para Cataluña y se ha convertido en un punto de peregrinaje para creyentes y de visita obligada para los turistas.
El santuario de Montserrat junto con los santuarios de Torreciudad, santuario del Pilar y Lourdes conforman la Ruta mariana [1](itinerario guiado por la espiritualidad y devoción mariana, poseedor de una gran riqueza turística, patrimonial, rural, gastronómica y natural.
Dentro de las diferentes acciones que se desarrollan en Montserrat destaca la escolanía, que es uno de los coros de niños cantores más antiguos de Europa.


El monasterio de Santa María de Montserrat, como cualquier otro conjunto religioso, consta de dos partes diferenciadas que se complementan. La parte arquitectónica y artística y la parte espiritual y religiosa. En Montserrat esta última parte está definida por la orden de monjes que rige el monasterio, la Orden Benedictina, con una comunidad de unos 80 monjes que se mantiene al frente del monasterio por más de 1.000 años, que se basa su práctica en la Regla de San Benito y en la oración litúrgica, y cuyo lema es «Ora et Labora». Para San Benito, como bien lo define en prólogo de su Regla, un monasterio es «una escuela al servicio del Señor». Esto hace que el monasterio sea la base fundamental de la existencia de la comunidad cuyos vínculos deben llegar a ser afectivos al grado de familiares. El monasterio debe hacer fácil, natural y flexible la relación con Dios.




















Para los senderistas y los escaladores, Montserrat es además un paraíso con más de 100 cumbres, un paraje fascinante de agujas, monolitos y valles por los que discurre un buen número de senderos señalizados. De ellos, el más recomendable para una primera aproximación a Montserrat es el que, partiendo del propio monasterio, sube hasta la cima de Sant Jeroni, la cumbre más alta del macizo, y que permite disfrutar de una de las mejores balconadas sobre este singular territorio, declarado parque natural en 1989. Para ello hay que tomar la escalinata que parte desde el aparcamiento hacia el funicular de Sant Joan.



Las ermitas de Montserrat era una de las formas de la vida monástica en Montserrat, de manera que los aspirantes a la vida eremítica se formaban en el Monasterio y allí esperaban hasta el momento en que una ermita quedara libre. La Laus Perenne de Montserrat era mantenida día y noche. Siempre habían quienes estaban dedicados a la oración y la alabanza



 
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